Leche artificial, leche en polvo o formulada, si lo prefiere. Una alternativa indispensable para alimentar a los más pequeños en los casos en que no se disponga de leche materna. Sin embargo, los intereses y conflictos de interés que giran en torno a este producto son muchos y en esta ocasión una investigación del British Medical Journal ha venido a centrarse en el tema.
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leche artificial, leche en polvo o formulada si lo prefiere. Una alternativa indispensable para alimentar a los más pequeños en los casos en que no se disponga de leche materna. Sin embargo, los intereses y conflictos de interés que giran en torno a este producto son muchos y en esta ocasión la atención ha venido a centrarse en el tema. una investigación del British Medical Journal.
En este caso hablamos de cómo las empresas productoras y comercializadoras de leches formuladas se están aprovechando de la alergia a las proteínas de la leche de vaca que parece estar cada vez más extendida, sobre todo en Reino Unido donde ha alcanzado niveles realmente exagerados (y por tanto sospechosos).
En el artículo, publicado precisamente en el conocido British Medical Journal (BMJ), leemos una acusación muy clara hecha por el doctor Chris van Tulleken:
"Las empresas de leche para bebés utilizan la alergia a la proteína de la leche de vaca como un 'caballo de Troya' para forjar relaciones peligrosas con médicos y profesionales pediátricos".
Todo comenzó analizando los impactantes datos relacionados con esta alergia que llevaron, de 2006 a 2016 en el Reino Unido, a un aumento en las recetas de leche formulada especial para niños alérgicos en un 500 %. Esto significa que se ha pasado de unas 100 recetas al año a más de 600. Datos especialmente alarmantes si no fuera porque, según van Tulleken, estarían sobrestimados. De hecho, el médico planteó la hipótesis de que se trataría de prescripciones por sobrediagnóstico, por lo tanto, no de un aumento real de las alergias, sino vinculadas de alguna manera a la industria alimentaria.
Hay que decir, entre otras cosas, que la alergia a las proteínas de la leche de vaca no siempre presenta síntomas claros e inmediatamente comprensibles. En algunos casos, de hecho, el diagnóstico se realiza después de excluir gradualmente los alimentos que contienen estas proteínas. A veces aparecen síntomas muy vagos como diarrea, estreñimiento, irritabilidad, hinchazón, erupciones cutáneas, etc. todas las cosas que podrían ser atribuibles a otras razones.
Pero si estamos ante lactantes, o niños que todavía están tomando leche, ¿qué tendemos a hacer? Se utilizan fórmulas especiales sin proteínas derivadas de la leche de vaca o que tienen muy poca cantidad. Y aquí es donde, según la investigación del BMJ, entraría el conflicto de intereses con la industria de la leche en polvo, que aprovecharía la coyuntura para vender más envases de su leche especial, involucrando también a los pediatras en esta operación. No en todos los casos, de hecho, cambiar a estas soluciones es realmente necesario.
El Dr. van Tulleken luego nos recuerda la importancia de seguir las pautas que se basan en datos científicos sobre la alergia a la leche de vaca. Sin embargo, la doctora señala con el dedo a las más conocidas, tanto nacionales en Reino Unido como internacionales, dado que fueron realizadas por una serie de autores que han declarado tener conflictos de intereses con productores de fórmulas lácteas antes o después de la redacción de los documentos. Estos son, por ejemplo, los de Nice, el United Kingdom Institute for Clinical Excellence, y los de Espghan, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, el British Map y el IMap internacional.
En definitiva, la situación es muy compleja y como siempre recordamos, se debe favorecer la lactancia materna en todos los sentidos (casos muy raros esto no es posible si la madre está bien atendida por personal especializado), evitando así tener que recurrir a las fórmulas. que, entre otras cosas, siempre están en el centro de la atención de los medios también por los escándalos relacionados con la contaminación.
En este sentido véase también:
- Leche artificial contaminada por 3-MCPD (LE MARCHE)
- Leche artificial contaminada por bacterias: aquí están los lotes retirados
- Nestlé retira fórmula infantil Alfamino: puede provocar náuseas y vómitos
Sobre el tema de conflicto de intereses, lea también:
- Cómo las lucrativas campañas de leche de fórmula desalientan la lactancia materna en todo el mundo
