Esta es la historia del perro Leo y una modelo, Meagan Penman, que lo encontraron en Tailandia. Desnutrido, lleno de garrapatas y arrastrándose por una playa, Leo estaba en condiciones desesperadas, pero el crowdfunding lo salvó
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salva
Un bastón parapléjico y crowdfunding: incluso en el caso de un amigo inválido de cuatro patas, la gente de la web no se deja rezar y se asegura de que un perro en muy mal estado encuentre una vida digna.
Esta es la historia del perro. Leo, perro paralítico, y modelo, meagan penman, que lo encontró en Tailandia. Desnutrido, lleno de garrapatas y arrastrándose por una playa, Leo se encontraba en condiciones desesperadas.
Meagan, que mostró un gran corazón, no quería dejar a ese perro a su triste destino y de inmediato se arremangó. Pero no encontró toda esta solidaridad en los lugareños. ¿Qué hacer entonces? La idea era más o menos simple: llevar a Leo con él a Canadá y brindarle allí todos los cuidados necesarios. Pero complicado desde un punto de vista burocrático.
"Estaba en un estado horrible, hubiera muerto en un mes si no lo hubiera sacado de allí", escribe Penman escribe en la página de Facebook dedicada al perro.
Con las fotos publicadas en Facebook, Meagan mostró visitas a una clínica veterinaria tailandesa y un Leo con ojos asustados, orejas bajas y radiografías irrefutables: la columna estaba dañada, por lo que Leo nunca volvería a caminar.
De ahí el último esfuerzo de Meagan Penman, que decidió lanza un llamamiento en las redes sociales conseguir que alguien lo adopte. Luego, el modelo creó una página. Gofundme para recaudar fondos para gastos médicos y de viaje.
La generosidad de los usuarios le permitió realmente hacer todo y una empresa especializada en carros para animales con dificultades ambulatorias ha creado un carro especial para Leo que ahora puede moverse.
Quizás Leo siempre lleve en sus dulces ojos las señales del sufrimiento que le tocó soportar, ¡pero ya es algo verlo más sereno y con los oídos aguzados! ¿Hay todavía alguna esperanza, entonces, en el ser humano?
Germana Carillo