China también tiene su propio camino soleado. Se acaba de inaugurar un tramo de la autopista fotovoltaica desarrollado por Qilu Transportation Development Group. Se encuentra cerca de Jinan, la capital de la provincia china de Shandong y forma parte de la carretera de circunvalación que rodea la ciudad.
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China también tiene su propio camino soleado. Se acaba de inaugurar un tramo de la autopista fotovoltaica desarrollado por Qilu Transportation Development Group. Se encuentra cerca de Jinan, la capital de la provincia china de Shandong y forma parte de la carretera de circunvalación que rodea la ciudad.
Esta autopista tiene tres niveles: en el centro se ubican los paneles fotovoltaicos, en la parte inferior hay una capa aislante mientras que encima de los paneles, a modo de protección, hay una capa transparente y portante que permite el paso de la luz solar.
Los paneles se extienden sobre una superficie de 5.875 metros cuadrados, cubriendo dos carriles y un carril de emergencia. Son capaces de generar un millón de kilovatios hora de energía limpia al año, la misma que cubriría las necesidades diarias de unas 800 familias según lo que establecido por Qilu Transportation Development Group, el desarrollador del proyecto.
La electricidad producida por este tramo se utilizará para alimentar las instalaciones de alumbrado público, carteles, cámaras de vigilancia, túneles y casetas de peaje, pero no solo. El excedente se suministrará a la red estatal. También está diseñado para alimentar las estaciones de carga de vehículos eléctricos tan pronto como se agreguen.
El diseñador Zhang Hongchao dijo que la carretera puede soportar una presión 10 veces superior a las normales asfaltadas.
Una confirmación más de la voluntad de China de centrarse en la energía solar. A pesar de ser uno de los países del mundo que mayor cantidad de emisiones contaminantes produce, el gigante asiático es también el primer productor mundial de energía solar. En 2016, su capacidad fotovoltaica rondaba los 78 gigavatios, y para 2020 se espera que alcance los 105 gigavatios.
Números de registro. Para citar otro ejemplo, la ciudad de Huainan opera el proyecto fotovoltaico flotante más grande del mundo, que una vez finalizado podrá alimentar a cerca de 100 hogares.
Esta no es la primera carretera fotovoltaica del mundo. Ya hay varios proyectos de este tipo. Hace aproximadamente un año, Francia inauguró su solar strasda, el proyecto WattWay de Colas que cubrirá las necesidades energéticas de 3400 personas, en el centro de Tourouvre-au-Perche. Incluso en Estados Unidos, un tramo de la famosa Ruta 66 se ha vuelto fotovoltaico. Los carriles bici también aprovechan el sol, especialmente en los Países Bajos, donde Solar Road ya es una realidad.
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El tramo inaugurado tiene 1 km de largo, pero pasará algún tiempo antes de que el proyecto pueda expandirse, principalmente debido a los costos más altos en comparación con las carreteras normales. De hecho, se habla de 3.000 yuanes por metro cuadrado (unos 385€).
francesca mancuso
