Alces, corzos, jabalíes y otros animales han repoblado el área vedada a los humanos alrededor de la central nuclear de Chernobyl. Según los investigadores, los animales salvajes de todo el mundo pueden verse más amenazados por las consecuencias de la presencia de humanos en un lugar determinado que por la propia radiación.
Alces, corzos, jabalíes y otros animales han repoblado el área prohibida para los humanos alrededor de la planta de energía nuclear Chernobyl. Según los investigadores, los animales salvajes de todo el mundo pueden verse más amenazados por las consecuencias de la presencia de humanos en un lugar determinado que por la propia radiación.
El estudio en cuestión fue publicado en la revista científica Current Biology. Gran parte de la zona de Chernóbil más afectada por la radiación -un área de al menos 4200 kilómetros cuadrados- fue evacuada tras la explosión del reactor 4 de la central nuclear, que en 1986 creó un nube radiactiva sobre Europa.
Según los autores del estudio, cuando los seres humanos abandonan un lugar, la naturaleza vuelve a florecer, incluso después del peor desastre nuclear del mundo.
Entonces, ¿la acción y la presencia del hombre tienen peores efectos sobre los animales que la propia radiación nuclear?
Jim Smith, coautor del estudio y científico ambiental de la Universidad de Portsmouthin, Reino Unido, y sus colegas no afirman que la radiación sea beneficiosa para los animales, pero señalan que la presencia de humanos podría tener peores efectos sobre ellos que la propia radiación.
En su opinión, estos animales como consecuencia de la exposición a la radiación nuclear pueden haber sufrido daños genéticos, sin embargo ahora siguen viviendo en esta zona, donde el hombre no está presente. Los propios científicos están buscando una explicación para este fenómeno.
Ya en 1990, pocos años después del desastre nuclear, los animales estaban presentes en abundancia y en especies diversificadas en la zona de Chernóbil. Sin embargo, el debate sobre el tema no termina ahí, dado que, por ejemplo, Anders Moller, ecólogo de la Universidad de Paris-Sud-Orsay, recordó que la radiación de Chernobyl tuvo efectos poderosos en los animales, como la formación de un cerebro más grande pequeño en las aves.
El nuevo estudio es cuestionado por algunos expertos, pero Jim Smith reitera que confía plenamente en la integridad de los resultados obtenidos después de trabajar en estrecha colaboración con científicos bielorrusos durante más de veinte años. Ahora el sitio de Chernobyl parecería mucho menos una gran zona de desastre y más como una reserva natural repleta de alces, corzos, ciervos, jabalíes y lobos.
Fuente de la foto: Cell Press
Estos hallazgos podrían representar una prueba importante de la resiliencia de la vida silvestre y podría ayudar a los expertos a comprender los impactos a largo plazo en los animales del desastre más reciente de Fukushima en Japón.
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Segundo Jim Smith es mucho más probable que el número actual de vida silvestre en Chernobyl sea mayor que antes del accidente. En conclusión, como señaló el experto, esto no significa que la radiación sea buena para los animales salvajes, sino que los efectos de los asentamientos humanos, incluidas la caza, la agricultura y la silvicultura, probablemente sean mucho peores.
marta albe
Fuente de la foto: Cell Press
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