Un simple ejercicio de equilibrio podría ayudar a determinar si una persona mayor corre el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Esto es apoyado por un equipo de investigación japonés.
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La prevención siempre es el medio más eficaz para evitar la aparición de patologías y daños en nuestro organismo como puede ser por ejemplo ictus. En los últimos años, la ciencia ha estado tratando de encontrar formas de identificar a las personas potencialmente en mayor riesgo a través de nuevos análisis y pruebas, para poder intervenir a tiempo, evitando las peores consecuencias.
Ahora nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kioto (Japón) publicado en Stroke, propone una prueba muy simple que puede ser realizada en particular por la población de edad avanzada, ya de por sí más propensa a enfrentarse a un ictus, para evaluar el riesgo real.
Se trata simplemente de mantener el equilibrio sobre una pierna durante al menos 20 segundos. Aquellos que no pueden, según los investigadores, deben ser monitoreados con más frecuencia, ya que correrían un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
El equipo de expertos para probar la efectividad del ejercicio en cuestión tomó una muestra 841 mujeres y 546 hombres (edad media 67 años). Cada participante tuvo que intentarlo varias veces para realizar el ejercicio y luego se sometió a una resonancia magnética para evaluar la salud de la microcirculación cerebral. Así se comprobó que las personas que tenían mayores problemas con los pequeños vasos del cerebro eran también las que habían tenido más problemas de equilibrio durante el ejercicio.
Como dijo el profesor Yasuharu Tabara, autor principal del estudio:
“Las personas que exhiben un equilibrio deficiente deben recibir más atención, ya que esto podría indicar un mayor riesgo de enfermedad cerebral y deterioro cognitivo. La dificultad de mantener el equilibrio solo sobre una pierna durante un tiempo breve es una simple medida de inestabilidad postural y podría ser consecuencia de anomalías cerebrales”.
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