Se han visto al menos 400 cetáceos varados en una playa remota de Nueva Zelanda. Los voluntarios se embarcan en una verdadera carrera contrarreloj para salvarlos
Está a punto de acabar atropellado, su madre lo salvaAl menos han sido vistos en una remota playa de Nueva Zelanda 400 cetáceos varados. Los voluntarios se ven envueltos en una verdadera carrera contra el tiempo para salvarlos.
En la localidad de Farewell Spit ya han muerto unos 300 de los más de 400 ejemplares, pero los voluntarios no quieren rendirse para poder salvar al menos al centenar de ballenas que aún quedan con vida. Para ser precisos, estos son especímenes de Globicephala melas, un odontoceto que forma parte de la familia Delphinidae, aunque el comportamiento es más cercano al de las grandes ballenas.
A su rescate asistieron cientos de personas, entre vecinos y autoridades. Este es el peor caso de este tipo en la Isla Sur hasta la fecha.
Los científicos por el momento no saben cómo darle una explicación al fenómeno, no saben por qué terminaron en masa hacia la orilla. A veces sucede que las ballenas son viejas o están enfermas y confunden su ruta, acercándose a la costa y aguas poco profundas, pero en este caso aún queda por esclarecer el por qué del fenómeno según los expertos. A alguien, por supuesto, se le ocurre la hipótesis de la pistola de aire comprimido.
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Uno se pregunta, de hecho, si eran tal vez al intentar suicidarse conscientemente, decidiendo por su propia voluntad dirigirse hacia la orilla para escapar de algo...
La alarma ya había saltado el jueves por la noche pero las operaciones de rescate recién pudieron comenzar el viernes por la mañana, ya que era demasiado peligroso intervenir en la oscuridad, como señaló la prensa local.
Project Jonah, una asociación de rescate de animales en Nueva Zelanda, contó un total de 416 especímenes varados. Los expertos están cuidando a los animales que aún están vivos, tratando de mantenerlos en las condiciones adecuadas.
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Los voluntarios presentes en el sitio formaron una cadena humana para protegerlos. Desafortunadamente, la situación desde el principio parecía desesperada porque cuando los expertos y voluntarios llegaron al lugar, lamentablemente muchas ballenas ya habían perdido la vida.
Según Project Jonah cada año en Nueva Zelanda al menos 300 ejemplares de delfines y ballenas terminan varados y por ello es necesario entender mejor las razones del fenómeno.
Muchas veces han ocurrido episodios similares en la zona de Farewell Spit, quizás porque las aguas poco profundas logran confundir a las ballenas y hacer que no puedan reorientarse para llegar a aguas más profundas.
Parece que este lugar es una trampa, pues en 2015 quedaron varados otros 200 animales aquí mismo.
Aquí hay un video que lo muestra. el compromiso de los voluntarios para salvar ballenas en Nueva Zelanda.
marta albe
Créditos de las fotos
